Del Coronavirus a los buenos hábitos
Una de las cosas más bonitas que me alegra la vida, es almorzar en familia. Y uno de esos días en casa, cuando nos llamaron a almorzar, me fui a lavar las manos con mi pequeña hija de 5 años; cuando le tocó su turno, sin decirle nada comenzó a contar hasta 20 durante su lavado, lo cual me dejó pensativo con una amplia sonrisa sabiendo que ella hacía lo correcto.
Por otro lado, en otro escenario, en el medio laboral algunos de nuestros clientes han implementado protocolos bastantes rígidos de actuación para prevenir el contagio del Coronavirus conscientes de su compromiso con la salud pública y a su vez como cumplimiento de la exigencia legal pero también identificando el impacto del absentismo laboral que podría afectar a su fuerza trabajadora.
Jamás diría que me alegra la llegada de este nuevo virus, pero lo que sí me alegra es que todos cambiemos nuestros hábitos gracias a la llegada de este; no estoy seguro del impacto que tendrá este cambio en el Coronavirus pero creo que sí impactará en la Tuberculosis o la Influenza que cada año afecta y mata a cientos de peruanos, y quizás se traslade a repensar en el Dengue como una enfermedad que podemos controlar también, y por otro lado el poder hacer más visible el impacto del absentismo por causas médicas en la productividad de las empresas. es un gran logro.
Deseo que pronto termine el Coronavirus porque aunque no es lo ideal haber comprado máscaras, alcohol, gel o paños húmedos como medida preventivas, podría ser un buen antecedente para que queden los hábitos de limpieza y una nueva cultura de prevención en este tipo de enfermedades.