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05
Abr
2017

¿8 horas limitan los factores de riesgo psicosocial?

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En estos tiempos en que la naturaleza afecta a nuestro país y demuestra lo frágiles que somos, en este momento en que recién valoramos las cosas cotidianas que creímos que nunca nos faltarían, momentos de quiebre emocional para todo peruano, hago una pausa para reconocer la importancia de la evaluación del Factor de Riesgo Psicosocial (FRP) en las empresas para profundizar un análisis que va más allá de la exigencia obligatoria de la propia norma.

Hace 5 años iniciamos trabajos sobre mediciones de FRP y nos preocupaba la herramienta de medición que de acuerdo a nuestra experiencia, educación o simplemente por seguir a otros, escogíamos entre las existentes -Istas 21, Istas suceso, F-Psico, batería de instrumentos para la evaluación de FRP del Ministerio de la Protección Social de la República de Colombia, etc.-creyendo que al medirlos habíamos cumplido con la mayor parte de la exigencia legal. Sin embargo el tiempo nos enseñó que aquello no era así porque en principio ninguna de estas herramientas ha sido validada en nuestra población peruana por lo tanto, los resultados quizá no sean tan exactos como esperaríamos y además porque lo complicado no es medir sino el plan de acción a partir de los resultados de esta medición.

Deseo compartirles lo aprendido al tratar de resolver el primer inconveniente cuándo, años atrás, iniciamos una investigación que valide una de estas herramientas de medición de FRP. Durante la investigación nos orientamos por detectar FRP intralaborales como son la alta carga de trabajo, pobre liderazgo, bajo control del trabajo, pobre reconocimiento, como también aquellos que originarían el riesgo psicosocial llamado estrés laboral, entre otros. Como algo adicional nuestra herramienta medía factores de riesgo extralaborales, que para ser sincero, no los considerábamos una prioridad.

Encontramos resultados realmente interesantes. Lo primero es que medir puede ser relativamente sencillo si se tiene un procedimiento claro y personal entrenado para la aplicación de la encuesta y las entrevistas. Con respecto a los resultados, se complicaba cuando los FRP intralaborales puntuaban en riesgo alto porque las medidas de control que deberíamos proponer tenían que ir con la realidad de la empresa. Como ejemplo, ante un resultado de alto riesgo por carga de trabajo no podríamos recomendar unilateralmente bajar la carga de trabajo o incrementar el número de trabajadores en dicho puesto, porque honestamente quizá nuestra recomendación quedaría ahí. Aprendimos que lo que más sirve es exponer el hallazgo a la empresa y en conjunto buscar soluciones sostenibles y eficientes.

Lo segundo que aprendimos fue aún más interesante. Un alto porcentaje de empresas evaluadas para este estudio demostraba que el FRP que se encontraba en mayor riesgo era el extralaboral (conocido en algunos cuestionarios como “doble presencia”). Efectivamente, son preocupaciones como la relación familiar, conyugal, hijos, problemas de salud de la familia, divorcios, distancia de la casa al trabajo, demora en el tráfico y seguridad ciudadana, los que puntuaban altos en este porcentaje mayoritario de trabajadores, obligándonos entonces a tratar de responder la pregunta de cuánto de ese estrés originado de modo extralaboral podríamos encontrar en nuestros trabajadores.

Por otro lado, hoy, habiendo sido afectados por el clima, me pregunto qué resultaría si volviésemos a realizar dicho estudio. Sin temor a equivocarme creo que en todos los casos el FRP extralaboral sería el más alto.

Entonces, por qué resulta importante este análisis. Como todos sabemos nuestra salud mental depende de muchos factores y es muy lábil de verse afectada por estresores de nuestra vida diaria y laboral. Según la última encuesta del Instituto Integración, realizada a 2,200 personas en 19 departamentos del Perú en el 2015, el 58% de peruanos sufre de estrés y las mujeres reportan mayores niveles de estrés (63%) que los hombres (52%). Por lo tanto nos preocupamos por las condiciones laborales de nuestros trabajadores “estresados“ y olvidamos la parte extralaboral que a pesar de ser, como su nombre lo dice, “extralaboral” las consecuencias son finalmente “intralaborales”, reflejándose en baja productividad, accidentabilidad, descansos médicos prolongados por enfermedades de difícil control como los problemas osteomusculares entre otros problemas médicos crónicos.

Como prevencionistas, es esencial tener claro que todas las herramientas de evaluación de FRP tienen un mismo origen, claro está que ciertos valores diferencian a un autor de otro pero todos miden más o menos las dimensiones requeridas. Pienso que debemos tratar que estas herramientas sean idealmente validadas en nuestra población peruana, que sean cortas y de rápida aplicación, sin tener una única herramienta sino un grupo de éstas que puedan ser aplicables según la población de trabajadores a estudiar. Y más importante aún es evolucionar, al buscar qué intervenciones resultan efectivas y eficientes para el trabajador y la empresa tanto en la esfera intralaboral como la extralaboral, sobre todo para mantener una adecuada salud mental y productividad en nuestros trabajadores.

Probablemente mi experiencia se explique en parte porque las empresas estudiadas contaban con una gestión de recursos humanos consolidada, lo que me impide generalizar resultados. Conclusión que será de interés común, motivándome a preguntarles e invitarlos a compartir sus experiencias en relación al tema expuesto.

Autor: Juan Carlos Palomino Baldeon
Médico especialista en Medicina Ocupacional y Medio Ambiente
Ergónomo
Docente en UPCH, UCSUR, USMP
Gerente de Operaciones de Clínica del Trabajador

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